viernes, 20 de agosto de 2010

A modo de despedida..


Volvé a casa cuando quieras.. propone abiertamente el pasaje de una letra de la banda de rock latino uruguaya No Te Va Gustar ante sus seguidores que claman por el próximo hit en el recital. No es para menos cuando se trata de 8 o 9 comerciantes que se suben a un escenario. Pero el motivo de esta extraña introducción esconde algo mas que una casa, un regreso físico, o simplemente la metáfora irreal con que suele cruzarse algun que otro compositor trasnochado. (Callate! No ves que son todos unos drogadictos!) Como sea que fuera, a esta altura de la vida el regreso a casa esconde, por un lado, un sentimiento de alivio fetal, y por el otro, una suerte de incógnita eterna sobre el destino personal emancipatorio. (23 años y todavía no te fuiste, huevón) Claro está (lo está?) que las charlas de almohada nos acontece directamente a disyuntivas similares.
Y a eso quiero llegar: ¿de que me despedí a los 18 años? De la escuela y todo su panoptismo institucional que luego entendería. Claro que el término foucaultiano no hubiese ni siquiera pasado por este teclado si no hubiese comenzado la carrera que, hoy día, continúo. ¿De que me despido hoy a los 23 años? Seguramente de aquel pibe timidón, casi boludo, que no jodía a nadie. Hoy quiero joder!! Y es por eso que cree este, un espacio de (auto?) satisfacción escriturada que se propone dejar una huella, ya no una marca, entre tantas ideas que uno va conociendo (y queriendo mejorar) a lo largo de la vida. Ah, claro, por qué El Originador?? Porque hubo una reciente película que me rompió los esquemas mentales y abrió en mí un sinfin de imaginería onírica que pretendo volcar de a cuenta gotas, de a cuenta palabras, a costa de todo, o a costa de nada. Un originador es aquel que pretende sembrar una semilla en la arquitectura mental de un sueño ajeno, o bien pretende modificar cierto aspecto de su subconsciente. No se asusten, no me quiero meter en sus cabezas (no todavía). Sí quizas sembrar una alternativa a vuestras cotidianeidades y, por que no, esquemas mentales.
Ese soy yo, eso que ves. Y ahora, eso que vas a leer. Te invito a reflexionar, opinar, reir, llorar.. Me voy a alegrar, me voy a reir. Tambien pretendo indignarme, a llorar si lo amerita. En fin.. este autor te invita a que sientas las cosas con el. Te concientices de las cosas que pasan allá afuera, y a la vez te aisles de todo.
Ahora me despido, fue demasiado por hoy, ya me cansé. Pero esta despedida es un regreso. Hasta cuando con esto? Quizas hasta que me canse. O quizas hasta que las primeras semillas comiencen, algun día, a germinar.