miércoles, 26 de septiembre de 2018

Con la que más te agrede



¿Con cual debo quedarme? Le susurré. “Con la que más te agrede”. El predictivo había hablado por ella. "¿Qué hicieron con lo que le hicieron cuando la hicieron?" Pensé. En el afán de sentirme hablado, nunca me gustaron los teléfonos que interpretan la palabra. Mientras pensaba cómo preguntarle, el predictivo hice lo suyo. 

En ese instante, su voz me aplastó el pecho, y ni las lagrimas me salieron esa noche. Había apagado el hilo de luz que le quedaba, el predictivo yo sentía necesario que deje de iluminar los agujeros. Fui su eutanasia. ¿Habría cedido? La fuerza del mensaje aún vibraba sobre mis costillas rotas. ¿Habría llorado? Por 20 minutos, el silencio de los "en línea" enfrentados fue la mi selva. 

No había salida, pero lo intentaste. La mano del ahogado apagó la luz. Decidimos dormir, olvidar el fuego, al menos hasta la mañana, devotos de creer y confiar en despertarnos con una sola luz: con la que más te agrede.